A veces te has preguntado porqué dentro de ti hay algo que no queda satisfecho con la información con la que nos llenan a diario, de quiénes somos, qué propósito tenemos aquí en esta existencia y de todas las teorías que se encuentran en todo este planeta; pues bueno, a mi también me pasó lo mismo y lo más interesante es que cuando empieza esa voz interior no dejas de “buscar” explicación, claro que en ocasiones la información llega hilando otra anterior y así sucesivamente, para ir formando la cadena que nos ayudará a comprender todo ésto, a entendernos, a encontrarnos, que es lo más lindo e importante que debemos hacer para poder llegar a la unión con El Todo.

Por todo esto y muchos más, quiero compartir con todos la información que de alguna u otra manera me ha llegado.

jueves, 12 de enero de 2012

Uno debería estar preparado para reírse siempre y por cualquier cosa; por algo será que las estatuas de Buda sonríen y las caras de los santos cristianos están cubiertas de lágrimas. Si los hombres sonrieran más a menudo quizá hubiese menos guerras. Llevo ya tres semanas paseando por Amsterdam; me empeño en no retener los nombres de las calles, no pregunto qué edificio es
éste o aquél, adonde va este o aquel barco ni de dónde viene, no leo los periódicos para no enterarme de que la "última noticia" es algo que lleva milenios sucediendo. Vivo en una casa donde todo me es extraño, y seré casi el único particular al que conozco. Hace ya tiempo que he desistido de averiguar para qué sirven los objetos que se presentan ante mis ojos —¡no sirven en absoluto, sólo hacen servir!—. ¿Y por qué hago todo esto?. Porque estoy harto de seguir trenzando la rancia coleta de la cultura, primero la paz para preparar la guerra, luego la guerra para reconquistar la paz, etc.; porque quiero ver ante mí, al igual que Gaspar Hauser, una tierra nueva, totalmente desconocida; quiero aprender a maravillarme de una forma distinta, parecida a la de un crío que en una noche se transformase en un hombre maduro; porque quiero convertirme en un "punto final" en vez de ser eternamente una "coma". Renuncio a la "herencia espiritual" de mis antepasados en beneficio del Estado. Prefiero aprender a ver las viejas formas con ojos nuevos en lugar de mirar, como hasta ahora, las formas nuevas con viejos ojos, tal vez adquieran así la juventud eterna. El primer paso que he dado ha sido bueno, pero todavía me falta saber sonreir por todo, en vez de sorprenderme solamente»

«Es más difícil ser capaz de sonreír constantemente que encontrar entre las innumerables tumbas de la tierra la calavera que uno llevó sobre los hombros en una vida anterior. Para saber mirar el mundo con ojos nuevos y sonriendo, el hombre tendrá que perder los viejos a fuerza de llanto. Por muy difícil que sea, hay que buscar la calavera»
                                                                                                    Gustav Meyrink - El rostro verde

No hay comentarios:

Publicar un comentario