A veces te has preguntado porqué dentro de ti hay algo que no queda satisfecho con la información con la que nos llenan a diario, de quiénes somos, qué propósito tenemos aquí en esta existencia y de todas las teorías que se encuentran en todo este planeta; pues bueno, a mi también me pasó lo mismo y lo más interesante es que cuando empieza esa voz interior no dejas de “buscar” explicación, claro que en ocasiones la información llega hilando otra anterior y así sucesivamente, para ir formando la cadena que nos ayudará a comprender todo ésto, a entendernos, a encontrarnos, que es lo más lindo e importante que debemos hacer para poder llegar a la unión con El Todo.

Por todo esto y muchos más, quiero compartir con todos la información que de alguna u otra manera me ha llegado.

lunes, 16 de enero de 2012

Algunos tienen en su activo, una serie de iniciaciones. Entre nosotros, queridos amigos ¿hubo una, entre las iniciaciones, que os haya aportado liberación y felicidad cuando pasa su embriaguez pasajera? ¡Es inútil esperar alguna verdadera luz de este mundo de la muerte! Si poseyerais todo el saber, pero nada diferente, si no tenéis el amor que sobrepasa todo el entendimiento humano, no tendríais y no seríais nada. El conocimiento y la razón existen. Su cultura a la que se llama iniciación, solo es un poder degenerado de la naturaleza de la muerte.
Nos gustaría haceros ver claramente que todo conocimiento es inútil en lo que concierne a los misterios divinos. ¿Debe usted ser iniciado? No, ¡usted no debe ser nada! Debéis desaparecer de este mundo, debéis morir. Vuestro yo debe ser destruido por la endura. ¡No tenéis nada que atesorar! ¿Para qué hacer más pesado el fardo que ya representáis para vuestro microcosmo? Debéis vaciaros.
En su libro titulado "La nube sobre el santuario", Karl Von Eckartshausen dice que en las señales exteriores, lo interior está conservado y que así la verdad, la esencia de lo interior, lo que está escondido, está comprendido en la ceremonia exterior, en la magia ceremonial.
Este es el punto débil de su libro, es una concesión que hace a la iglesia. Presentarlo de esta manera es un crimen hacia la Gnosis.

Tomado de "Evangelio Gnóstico de la Pistis Sophia" Jan Van Rijckenborgh

viernes, 13 de enero de 2012

Y ahora, algo de Mago de OZ, que por algo me gusta este grupo:

Azaak, a sus 19 años, no alcanzaba a comprender que, más allá de donde nace y muere el sol, existiera una raza tan poderosa como misteriosa. En la aldea corría el rumor de que hombres con la tez blanca como la harina y con vello por toda la cara, habían venido flotando en montañas y estaban cerca de su poblado, mostrando ropajes imposibles y blandiendo cuchillos que escupían fuego y muerte.

Para ser la menor de cinco hermanos, Azaak ya poseía una inmensa sabiduría y una gran responsabilidad. Desde pequeñita había desarrollado la capacidad de hablar con los árboles y de leer los mensajes que las nubes le mandaban. Se sentía en perfecta comunión con la naturaleza, a la que llamaba hermana.

Aquella mañana, su corazón le había avisado que un peligro desconocido moraba entre los suyos. Más tarde, tuvo noticias de que aquellos seres de dos cabezas y con patas de bestia, y de la intención de estos de hacer prisioneros a toda hembra sana que estuviera en edad de procrear.

Y fue en ese instante, cuando la vi, en el que supe que no había conocido la belleza en su totalidad, hasta que sus ojos me taladraran con una dulce e inquisitiva mirada. Me encontraba frente a ella y, a mi lado, Jerónimo de Aguilar, naufrago español que arribó a la Costa Maya ocho años antes de la llegada de Cortés y que, además, hablaba la lengua de los nativos con cierta soltura y solvencia..

Junto a Aguilar y a mí, arremolinadas en torno a esa bella indígena, se encontraban las ancianas emitiendo chillidos desgarradores y sollozando desconsoladamente. Poco a poco, me fui abriendo paso ante aquella multitud y pude ver cual era el motivo de tanto dolor y desconsuelo. Tumbada en un pequeño lecho de hojas verdes, yacía una criatura de no más de cuatro años. Sus pequeños ojos me miraron como intentando hablar, su tez morena y su largo cabello estaban empapados de sudor y su respiración había perdido toda cadencia natural. Con un movimiento rápido, pero delicado, Azaak levantó su cabeza y apaciguó un tanto su agonía, dándole a beber agua de su propia mano.

- Diles mi nombre, y que si en algo puedo servir, muy gustoso habré de hacerlo. Y diles también, Aguilar, que no teman, que nada malo esperen de mí. –comenté con humildad.

Jerónimo de Aguilar intercambió unas palabras con Azaak. Tras una breve pausa, que a mí me pareció una eternidad. Aguilar se incorporó y me dijo: “Se está muriendo, Pedro, tiene una grave dolencia, pero sus corazones no lloran por su marcha, sino porque nos han ordenado detenerles y la niña se quedará sin su canción del Alma”.


- ¿A qué te refieres? –pregunté.
- Ellos creen que debemos estar preparados para el último viaje, al igual que devemos estar preparados para la vida, y si no permitimos que estas gentes hagan su rito, el alma de esta niña vagará por las Tierras Tristes.
- ¿Y cual es el rito? –volvía ainquirir.
- Es una canción... “La Canción del Alma”.
- Diles que la canten. Les dejaremos el tiempo que haga falta.


Atrás en la quietud, que tiñe toda piel
Con los tonos de un final
Dejé al dolor volar, hacia mi libertad
Me citó la eternidad

Mi cuerpo se cansó
Mi vida bostezó
Pero mi mente sigue en pie
No es una cuenta atrás
Es otro ciclo más
Es un principio, no es el fin

Mi alma hoy quiere volar
Ser agua, ser brisa del mar
Y ser la flor que en tu jardín
Trepando llegue hasta ti

Es tan duro saber
Que en tu cuerpo también
Hay fecha de caducidad
Se bien que he de librar
Una batalla más
Que mañana otra habrá

Me puso la salud
Los cuernos con tu dios
Y mi sentencia dictó
En mis tinieblas hay
Una luz que al final
Arrulla mi corazón

Mi alma hoy quiere volar
Ser agua, ser brisa del mar
Y ser la flor que en tu jardín
Trepando llegue hasta ti, hasta ti

Mi alma hoy quiere volar
Romper cadenas y soñar
Y con tu voz oírte hablar
Me llevo amor, me llevo paz

jueves, 12 de enero de 2012

"Constatamos que el hombre es un ser creador por naturaleza, lo que nos ha llevado a poblar, a nivel individual, nuestra esfera aural microcósmica de multitud de creaciones, y a nivel colectivo, vimos como la humanidad ha originado y mantiene a esas grandes creaciones que llamamos los Eones, la Jerarquía Dialéctica."

"Estoy en el camino y, avanzando, la Luz viene a mi encuentro, me ilumina con su claridad, me penetra y no me abandona ni de día ni de noche. ¡La ROsa florece y exhala suaves perfumes! La Luz me atrae y me conduce, siendo para mi un Guía"

"Ahora vemos como por un espejo, de una manera oscura, pero entonces veremos cara a cara. Hoy conozco una parte, pero entonces conoceré plenamente como yo he sido conocido. Ahora hay tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de ellas es el Amor".

"El Amor, fase descrita como unas bodas: las Bodas Alquímicas del Alma Nueva-la novia- y el Espíritu -el novio-. El Espíritu nunca podría expresarse en el alma natural. Por ello necesita como intermediaria, como medio, al Alma Nueva. Si esta ALma ha festejado sus Bodas con el Espíritu, entonces el Alma Nueva se transforma en Alma Espíritu. Es esta Alma-Espíritu la que construye el nuevo Cuerpo Celeste Inmortal."
El mundo en que vivimos es un mundo de efectos. El mundo de las causas verdaderas permanece oculto. Cuando hayamos logrado penetrar en él será porque finalmente nos habremos convertido en magos.”
¿Quién soy? ¿Ha habido alguna vez, desde que el mundo existe, algún hombre que supiese responder correctamente a esa pregunta? Soy el ruiseñor invisible que está en su jaula y canta. Pero no siempre vibra cada alambre de la jaula cuando canto. ¿Cuántas veces he tratado de que repercutiera en ti una canción para que me escucharas? Pero estuviste sordo toda tu vida. Ninguna cosa del universo te fue siempre tan cercana y privativa como yo, ¿y me preguntas ahora quién soy? El alma propia resulta tan ajena para algunas personas, que caen muertas en el momento de contemplarla, pues ya no la reconocen y se les presenta desfigurada como una cabeza de Medusa; adquiere la faz de las acciones indignas que han cometido y de las que temían secretamente que hubiesen podido manchar sus almas. Sólo podrás oír mi canción cuando tú también la cantes. Quien no escucha la canción de su alma es un pecador, un pecador de la vida, un pecador contra los otros y contra sí mismo. Quien está sordo, también está mudo. Inocente es aquel que escucha siempre la luz del ruiseñor, aun cuando haya dado muerte a padre y madre.
                                                                Gustav Meyrink, “La noche de Walburgis”.
Uno debería estar preparado para reírse siempre y por cualquier cosa; por algo será que las estatuas de Buda sonríen y las caras de los santos cristianos están cubiertas de lágrimas. Si los hombres sonrieran más a menudo quizá hubiese menos guerras. Llevo ya tres semanas paseando por Amsterdam; me empeño en no retener los nombres de las calles, no pregunto qué edificio es
éste o aquél, adonde va este o aquel barco ni de dónde viene, no leo los periódicos para no enterarme de que la "última noticia" es algo que lleva milenios sucediendo. Vivo en una casa donde todo me es extraño, y seré casi el único particular al que conozco. Hace ya tiempo que he desistido de averiguar para qué sirven los objetos que se presentan ante mis ojos —¡no sirven en absoluto, sólo hacen servir!—. ¿Y por qué hago todo esto?. Porque estoy harto de seguir trenzando la rancia coleta de la cultura, primero la paz para preparar la guerra, luego la guerra para reconquistar la paz, etc.; porque quiero ver ante mí, al igual que Gaspar Hauser, una tierra nueva, totalmente desconocida; quiero aprender a maravillarme de una forma distinta, parecida a la de un crío que en una noche se transformase en un hombre maduro; porque quiero convertirme en un "punto final" en vez de ser eternamente una "coma". Renuncio a la "herencia espiritual" de mis antepasados en beneficio del Estado. Prefiero aprender a ver las viejas formas con ojos nuevos en lugar de mirar, como hasta ahora, las formas nuevas con viejos ojos, tal vez adquieran así la juventud eterna. El primer paso que he dado ha sido bueno, pero todavía me falta saber sonreir por todo, en vez de sorprenderme solamente»

«Es más difícil ser capaz de sonreír constantemente que encontrar entre las innumerables tumbas de la tierra la calavera que uno llevó sobre los hombros en una vida anterior. Para saber mirar el mundo con ojos nuevos y sonriendo, el hombre tendrá que perder los viejos a fuerza de llanto. Por muy difícil que sea, hay que buscar la calavera»
                                                                                                    Gustav Meyrink - El rostro verde
"Asistimos a tiempos irrepetibles bajo la amenaza de la escenificación de una gran farsa que impida, quizá no por vez primera, llegar a conocer la verdadera esencia del ser humano y su papel en el universo. 
La Humanidad está sometida a los designios de un ente no humano que desde hace milenios ejerce su control en la tierra ¿Yahwé, Enlil, Satanás, Lucifer?, al cual hay que desligar toda connotación religiosa. Nos ha esclavizado a través de una élite de linajes que ha sembrado religiones, falsos dioses, guerras, cruzadas, inquisiciones, pestes, miedo, control económico, revoluciones interesadas, ocio mediático, educación… en definitiva, frenando la evolución natural del ser humano. Este control y manipulación ha sido ejercido a través de sociedades secretas, masonería, templarios, jesuitas, sionismo, vaticano… artífices de la actual crisis económica; todas se entrelazan y en lo más alto de la pirámide aparece ese ente: el ojo que todo lo ve."
El instante presente es insoportable para el yo. Si usted se orienta de manera continua sobre la vida en el eterno presente, el yo relajará su dominio. Entonces El Ser hablará.
La dependencia de «Mí» es la única dependencia que es saludable. 
Ser dependiente de «Mí» significa ser dependiente del amor. 
Dependes del amor, no de aquellos a los que quieres. 
Amar, debes amar a todos, a cada uno debes amar. 
Consientes perder a muchos, sí, incluso perder a todos; sin embargo no consientas perderme a «Mí». 
¿Pero quién soy yo? Soy tu amor por «Mí». 
Sin amor por «Mí», no hay ningún amor para nadie. 
Sin amor por «Mí», tú serás dependiente del primero que llegue y se cruce en tu camino. 
Depende del amor para estar libre de cualquier otra dependencia. 
                                                                                          Vesna Krmpotic, Resonancia del alma